
Dicen que los comienzos nunca son fáciles.
Y aquí estoy yo, una fotógrafa inquieta que disfruta haciendo muchas cosas a la vez, todas bastantes dispares,
pero que me definen necesariamente.
Desde que hace 20 años dejé mi Argentina natal para conocer mundo, siento que he vivido varias vidas,
pero todas me devuelven siempre al punto de partida: Formentera.
Si bien me enamoré de Barcelona de forma incondicional nada más pisar por primera vez suelo catalán
una noche de otoño de 1996, el amor con mayúsculas,
ése que te hace sentir mariposas en el estómago,
ése por el que eres capaz de tatuar tu piel y al que regresas siempre,
como si fuera el único y el último,
ése es el que siento por esa pequeña isla de 19 km de largo, la menor de las islas,
la de las lagartijas y los hippies.
La isla mágica en todo ese tiempo me cambió la vida, me regaló el amor,
una profesión, muchos y muy buenos amigos
y eso tengo que celebrarlo.
Y como, además de playas y calas escondidas, lugares con embrujo
y gente que te ofrece sus servicios
con la mejor de las sonrisas, conozco esta isla como la palma de mi mano…
siento que tengo que compartir tanto tesoro para que puedan ser felices
como yo lo sigo siendo, después de tantos años de romance.
Sé perfectamente que muchos de ustedes conocen ese sentimiento y regresan cada año en busca de más sensaciones.
Tengo muchos amigos que conociendo mis recursos y contactos, me piden consejos cada verano.
Y es justamente ese hecho el que me lleva a escribir estos post para compartir cada rincón con encanto de la isla
mediante este blog.

Así que ahora mis manos, además de disparar flashes,
se dedicaran a teclear mi Mac para que Formentera, la joya del Mediterráneo,
la isla de la liberta y la luz, pueda estar más cerca vuestro.
Además de las entradas, los domingos escribiré una sección especial llamada “Perfect day” ,
donde os recomendaré lugares mágicos que ofrece esta isla,
para que podáis comprobar verdaderamente que el paraíso existe,
que lo tenemos a la vuelta de la península,
y que llegar a Formentera y llegar al cielo, pasa a ser casi lo mismo.
“Podrán decir que soy una soñadora, pero no soy la única…” cantaba John.
Pues, casi todos mis sueños se cumplieron en la isla y si puedo ayudar desde aquí a que les suceda a ustedes lo mismo,
ya me siento agradecida y feliz.
“Perfect day” es una canción de Lou Reed, que me emociona hasta la médula cada vez que la escucho
y su letra es una forma de agradecerles que sigan estando aquí, conmigo.
Buena semana, mis héroes.
