¿Alguna vez se preguntaron el por qué del color azul y todas las tonalidades imposibles del mar de Formentera?
Ya sé que cuando estamos en un paraíso, lo mejor es disfrutar y dejarse llevar.
Nada de preguntas, ni de cuestionamientos. Aquí el corazón siempre manda. Y eso está muy bien.
Formentera provoca determinadas sensaciones que terminan aturdiendo los sentidos
y que provocan muchas veces un hechizo difícil de asimilar.
Pues bien, pensando en la proximidad del verano
y relacionando que hace poco fue el día internacional del agua,
he recordado el mar que tenemos en la isla.
Ese mar increíble que aunque lo miremos, fotografiemos, pintemos,
muchas veces nos cuesta creer que existe.
Y quizás muchos de nosotros no sabe bien a que se deba la intensidad de ese color tan límpido, tan cristalino.
Así que me decidí a reivindicar a la causante de semejante belleza
para que la conozcamos más y, lo más importante,
para que juguemos un papel fundamental, cada uno de nosotros,
en defenderla a capa y espada de ahora en adelante.
La artífice de tanta fascinación se llama POSIDONIA y es una planta acuática que crece sólo en el mar Mediterráneo
y debe su nombre científico al dios griego del mar: POSEIDÓN.
Muchos de nosotros la confundimos con una simple alga,
pero una de las diferencias de estas últimas con la Posidonia es que no tienen hojas, tallos, raíces,
flores y frutos para poder considerarla una planta propiamente dicha, como a nuestra nueva amiga.
La otra diferencia que se ha encontrado es que la Posidonia crece en un fondo móvil,
o sea arenoso, mientras que las algas pertenecen a fondos duros, o sea rocosos.
En nuestras playas tenemos una pradera de Posidonia que ha crecido entre la zona de Es Freus (Formentera)
hasta la playa de Ses Salines (Ibiza) abarcando una extensión de 700km2,
y a la que se le atribuyó una antigüedad de 100.000 años.
Por eso se la ha declarado Patrimonio de la Humanidad,
para intentar proteger a uno de los organismos vivos más grandes y longevos del mundo.
Y porque además se regenera con mucha lentitud (unos 7cm al año)
lo que nos demuestra el peligro de su destrucción para el ecosistema.
Pero volvamos a los súperpoderes de la Posidonia.
Esta planta está considerada el pulmón verde del Mediterráneo porque es capaz de transformar
el dióxido de carbono en oxígeno, y así purificar el agua para que la encontremos cada día tan pura y cristalina.
La Posidonia ayuda, además, a producir materia orgánica que da de comer a miles de seres vivos,
cobijando a cantidad de peces, moluscos y crustáceos en sus praderas.
Vamos, pura biodiversidad.
Y por si fuera poco, también contribuye a la protección natural de la línea de costa frente a la erosión,
ya que atenúa la energía de las olas y favorece la sedimentación,
de modo que retiene la arena en la franja litoral, estabilizando los sustratos arenosos.
Se sabe que en el pasado se han utilizado las hojas secas de Posidonia
para embalar cualquier tipo de material frágil.
(Comúnmente se la conocía como «alga de vidrieros»)
También se han usado como alimento o cama para el ganado
y hasta para construir techos.
E incluso sus hojas han servido para tratar la inflamación y la irritación.
Y en el presente, se está intentando analizar la posibilidad de utilizarlas para la producción de biogás.
Por lo que se podría decir que la Posidonia es un ecosistema tremendamente importante y productivo en diversos aspectos
y que todo en ella son beneficios.
Formentera es para muchos el mejor regalo que se pueden hacer en sus vacaciones.
Disfrutar de su mar, sus playas, su entorno, su gente,
su gastronomía, su tranquilidad, su belleza natural…es un verdadero privilegio.
Por eso es necesario acrecentar el deber de concientización ante la destrucción de este tesoro natural.
Cada verano, centenares de yates y lanchas con sus pesadas anclas que fondean sobre las praderas de Posidonia,
destruyen plantas a las que les ha llevado muchos años desarrollarse y las arrasan impunemente.
Debemos recordar que las islas le deben a la Posidonia, la transparencia de sus aguas
el color del mar que va del azul turquesa al verde esmeralda, los peces que juegan
con nuestros pies en la playa…
En los últimos años, el Parque Natural de Ses Salines
ha perdido entre un 16% y un 44% de la Posidonia,
cifra que va en aumento alcanzando en algunas zonas
(las de más tráfico de yates en el verano: Ses Illetes, S’Espalmador,etc)
la pérdida de densidad de hasta el 100%.
Por esa razón, aquí les dejo algunos enlaces, por si queréis apoyar estas reclamaciones
y saber más sobre esta planta acuática a la que le debemos tanto.
https://ripposidoniaformentera.wordpress.com/
http://eu.oceana.org/es/preserving-mediterranean/posidonia
http://lifeposidonia.caib.es/user/index_cs.htm
Porque entre todos, podemos contribuir a preservar y cuidar nuestras amadas islas,
sus playas, su mar…
nuestro PARAÍSO AZUL.
Buena semana, mis héroes.