15 julio, 2018 by Veronica in blog “Entre las muchas formas de combatir la nada, una de las mejores es hacer fotografías». JULIO CORTÁZAR Julio Cortázar y yo nos conocimos cuando yo era muy joven… Creo que empezó siendo un pequeño acercamiento ojo a ojo, libro a libro. Como en todos los romances, recuerdo que al principio lo descubrí porque algo me llamó la atención. Si bien el motivo es algo difuso, puede que me bastara con que ese hombre fuera alto, mucho, y sus ojos azules. Y sólo ese hecho, ahora que lo pienso, me lleva irremediablemente a pensar en mi padre: alto, mucho y de ojos azules. En fin. Sólo quiero encontrar la explicación a tanto amor. Aunque sepa fehacientemente que esta búsqueda, aunque didáctica… es inútil. El amor y sus motivos son claramente insondables, eso es sabido por todos. Aunque mi amor por Cortázar comenzara de a poco, como todo buen amor, se fue afianzando con el tiempo, página a página, y cuando descubrí su “Rayuela” con 20 años, supe que ÉL, era el definitivo. A partir de ese momento mi fascinación por ese escritor argentino que hablaba con sus “erres” tan afrancesadas, el fumador empedernido, amante de los gatos y del jazz, empezó a formar parte de mi vida, como ese amor, el primero, que nunca se olvida. Lo bauticé mi adorado gigante de ojos azules. Y no sólo porque para mi era el más grande escritor argentino, sino porque sus casi 2 metros de estatura, corroboraban mi sentencia. Si no lo habéis leído, les ruego encarecidamente que empiecen a hacerlo. Aquí les dejo una selección de algunos de sus libros. Pero si necesitáis un acercamiento más íntimo, el álbum autobiográfico editado por su ex esposa y albacea Aurora Bernárdez y el escritor Carles Garriga es un regalo grandioso… …para los que queremos tanto a Julio. Buena semana, mis héroes! 0 Recommend Facebook Twitter LinkedIN Pinterest Share blog cortazar literatura Tagged in